domingo, noviembre 25, 2007

Guachupe








Estamos todos en la trampa,
escuche el nuevo discazo de Guachupe,
http://www.guachupe.cl/

Teoría personal del Rock and roll


Rolling Stones - You Can't Always Get What You Want


El Rock and roll, de aquí en adelante R&R, es llegar a tocar el suelo con uno de los laterales del rostro y contemplar desde esa particular perspectiva, el pasar de los días. Las variantes vienen por el lado del contexto; en ocasiones el piso es pasto y la vista se nos presenta como un hermoso bosque lleno de vida, pero en otras ocasiones el piso es de cemento granulado y el paísaje es la cancha de babyfutbol de la Escuela Básica Alberto Hurtado, ubicada en la comuna de Quinta Normal durante el año de 1991.

El tema no termina en la posición del cuerpo y en el contexto, por que también están las sensaciones personales ("you can't always get what you want" diría Mick Jagger), y esas se desencadenan de forma lenta; primero con los ojos abiertos y un meneo de cabeza que ritmicamente va sincronizando con la melodía que suena en la cabeza del individuo en cuestión.

A veces la sensación se presenta como un dolor profuso de color azul, pero a veces no.

Siempre despues del dolor, la mente deja un espacio en blanco para que todo vuelva a funcionar y sólo en ese momento podemos recoger nuestra bicicleta, monopatín o zapatos y seguir caminando con una visión un poco mas clara de algo así como la vida, desde luego siempre acompañados por la misma melodía que al ritmo de nuestros acontecimientos contingentes o no tanto no deja de sosonananar, my brother.

martes, noviembre 06, 2007

La luz en la ventana

Nunca se había visto semejante desvarío en la casa de Mariana, sillas rotas, los vasos quebrados, González con la nariz rota llorando en una esquina, mientras Martín se volvía a poner de pie apoyándose en lo que quedaba de mesa. Las mujeres que estaban en la casa no eran caras conocidas, solo Mariana, siempre Mariana a su lado apoyándolo, aunque el mundo (su mundo) se estuviera cayendo a pedazos.

Y las ventanas estaban abiertas, el sol nunca debería dejar de entrar por esas ventanas, por que que sería de la vida (de su vida) si la luz de las tardes de primavera dejara de iluminar esos objetos, esos recuerdos de años que se disuelven, pero no mueren, que sería de esas paredes y esos espejos si la luz dejara de entrar.

Ya no me puedo reír, por lo menos puedo fingir, pero reirme de verdad, no lo sé.

Contigo

Nos volvimos silencio,
una mañana nos transformamos en nada,
en una especie de ciclo preparaste las maletas
y nos transformamos en espectadores de un viaje,
con pena,
con la alegría por tu paz,
por la de él.

Nos caímos de nuestros pedestales,
una y otra vez,
nos recordamos,
las palabras,
tus palabras,
tus ojos,
nuestros momentos.

Nos transformamos en pena,
nos vimos en el espejo,
otra vez,
la vida,
la muerte,
la pena.

Nos volvimos silencio,
entendimos unas cuantas cosas que se nos olvidaron, alguna vez.

Nos volvimos espectadores,
de tu silencio,
de tu paz,
de tu partida hacía ese lugar especial que solo una fé como la tuya puede encontrar.

Dedicado a nuestra querida Nonita, Rosario Inés Calderón Contreras V. de Tarsetti (Q.E.P.D)

Manuel

Manuel nacío el 13 de marzo de 1970, en pleno gobierno de Salvador Allende. Sus padres eran gente de clase media, trabajadores, y apoyaban completamente el proyecto socialista chileno de los setentas.Vivían en una casa en el barrio Independencia, una casa chica pero con todas las comodidades a las que se podía aspirar por esos días.

Su padre, Manuel Gutierrez Peña era vendedor de una tienda de abarrotes que se ubicaba en la esquina de Merced con San Antonio, trabajaba desde las siete de la mañana hasta las 7 de la tarde, llegaba a casa a eso de las ocho de la noche, cuando las noticias mostraban la guerra de declaraciones con que los políticos se lucian. Don Manuel compartía poco con su familia, pero los fines de semana aprovechaba para quedarse tardes enteras escuchando radio junto a su mujer y bebé.

Su madre Sonia Peréz Meneses trabajaba en casa como costurera. y había cumplido tres años viviendo en Santiago cuando nacio su hijo.

A Manuel nunca le importo la política, su adolescencia la vivío en plena de dictadura, y mientras sus padres discutian en voz baja lo terribles que eran los abusos de los militares, él dedicaba tardes enteras a ver televisión ochentosa, idolatraba a cantantes chilenos romanticos, animadores y escenarios saturados de color y formas chillonas que probablemente no representaban nada que valiera la pena.

A Manuel no le gustaban Los Prisioneros, y menos la música guitarrienta y aburrida que su padre tenía escondida bajo las cacerolas, a él le gustaban grupos como Soda Stereo, GIT o ese tipo de música que escuchaba la Pola, por eso también el look, ese look tan particular con los pantalones negros de cuero y el maquillaje que su padre consideraba amanerado.

Manuel cumplió dieciocho años el 13 de marzo de 1988 y a los dos diás se inscribio en los registros electorales para el Plebiscito de 1988. Sus nuevas amistades probablemente iban a votar por el Si a Pinochet, y él como siempre en su vida siguio esos pasos incosistentes respecto a la conducta de sus padres.

Salio a las calles a las marchas políticas por esa derecha militarizada, mientras sus padres se quedaban en casa escuchando a Victor Jara ya veces a marchar por el No a la misma hora.

Cuática

Es bien cuática esta ciudad -me dijo el negro antes de bajarnos de la micro y yo me quede callado pensando en que Audax le gano cuatro a uno al Colo mientras me compraba una Escudo en lata.

Dormía o eso creía

Nos cruzamos, nos transformamos en aves rapaces que esperan sentadas su posible muerte en la cima de un arból, y la ironia otra vez se nos vuelve encima para decirnos en la cara lo que ya sabiamos y no queriamos aceptar.
En el silencio de algunas noches calurosas, los recuerdos se volvían nítidos, la soledad se hacía patente, se aceptaba y se volvía a alejar, se escondía debajo de la almohada y yo me dormía tranquilo. o al menos eso creía.

Una y otra vez soñaba que no podía soñar, o soñaba que sonreía o al menos eso creía.