lunes, enero 02, 2006

Por si acaso

Boté todos los mails y me adelante diez minutos en relación al tiempo de los demás, comencé a caminar por algunas calles llenas de productos inservibles y baratos, llenas de personas comiendo cremas heladas con jugos de colores artificiales. También me quede mudo cuando comenzaron los giros, los gritos y las ridículas caídas que sufrían seres silenciosos desde alturas grises y asoleadas, desde soledades compartidas.

Boté algunas prendas y comencé a entender de que se trataba lo que me contabas el martes trece por la noche, cuando alcance a divisar los anteojos negros de quienes deseaban matar el tiempo, de quienes se estaban consumiendo en mentirillas de chacotilla.

Boté un vaso de pisco y me tomé una cerveza tibia para probar su sabor. Y la disfrute. Y luego rompí el vaso, por que todo lo que sube tiene que bajar, todo lo que baja tiene que subir y lo que usa a veces tiene que romperse, no siempre en pequeños trozos cortantes de vidrio con olor a cerveza, pero muchas veces sí.

Cuando estoy comenzando a escribir en mi casa y el silencio abunda, me callo y escucho el sonido de lo recuerdos mas aburridos que te puedas imaginar, de no ser así me acuesto antes de que me vaya a pasar algo más divertido por la cabeza.

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