viernes, octubre 09, 2009
El hueón
Prendió la tele. Se quemo. Paro de comentar frases perfectas bien pronunciadas. Dejo de ordenar las calcetas y de clasificar a sus vecinos bajo los clásicos parámetros que le enseño su padre entre los siete y diecinueve años. Escupió cerveza alemana clásica y trago litros de Báltica. Una tarde de invierno se leyó un libro de noventa páginas sin mayor apuro tirado en una plaza. Se bajo de la micro diecisiete cuadras antes por que sí, por que se canso, por que la mina colorina, por que si. Votó por el candidato que no le conviene, votó por el que parece mas humano. Mando a la cresta a su jefe, el hueón se relajo, al fin el hueón se dejo de huevadas y tomo algo así como el control de su vida.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario