sábado, junio 30, 2007
Los Héroes o algo así como una estación de metro.
"Sí alguien tiene derecho a recordar, ese es el Sapo Livingstone, no Solabarrieta”
Gonzalo Frías, Séptimo Vicio
Don Anselmo tenía algo en su mirada, que tal vez era cansancio ó tal vez alguna pena, pero de lo que si se podía estar seguro era que ese sentir era profundo y denso.
Él no comprendía bien el funcionamiento de todo lo que se relacionaba con la actualidad, por esa razón no se enojaba al observar por la ventana a la gente agolpándose contra el carro, no se molestaba por el tipo ebrio que se balanceaba a su lado, ni por los bolsos que cada cierta cantidad de minutos removían su sombrero.
Don Anselmo estaba sentado ahí, estaba frente a mí, pero don Anselmo no estaba ahí, su mirada indicaba que ahora se encontraba muy lejos de ahí, probablemente en un lugar que le acomodaba mucho mas que ese duro y naranjo asiento de plástico.
lunes, junio 25, 2007
Los longis también llorán (o penas van, penas vienen los muchachos se mantienen)
usar chaquetas viejas con un toqué de estilo sólo reconocido en fiestas algo decadentes,
de preferencia despues de las tres PM,
saber comunicar ideas o chistes con mucho carísma,
terminar las ideas con un dejo de humor negro,
todo esto por que ser un doliente era muy diferente a no tener personalidad, ser doliente era una actitud y por favor, no era el momento de confundir los términos.
De pronto, en reuniones de trabajo, eventos deportivos o sociales, comidas familiares de fin de semana se escondían esta manada de seres que cuidaban su imagen descuidada, cuidaban de que no se fuera a notar alegría, que oliera a pena, pero no a cualquier pena, a pena con estilo.
jueves, junio 14, 2007
Estática
Margarita tenía clases de ballet los jueves por la tarde y su rutina terminaba comunmente a eso de las diez y media, por lo que a se bajaba de la micro a la hora que los noticiarios de bajo perfil catalogaban como más peligrosa.
A pesar de las advertenvias mediaticas, y de la oscuridad invernal de Santiago, ella caminaba lento rumbo a su casa, pensando en movimientos, en sonidos, en las sombras cambiantes que producían la luz de los faroles blancos.
Ese día, al llegar a la entrada de su casa encontró un paquete envuelto en papel de diario que
en su superficie incluía un mensaje escrito con tinta roja, Margarita lo tomó y trató de leer pero la poca luz de la calle no le permitió hacerlo así que tomo las llaves de su cartera y abrió el portón metálico mientras miraba el paquete e intentaba adivinar que decía el mensaje.
Luego caminó los diez pasos correspondientes y mientras sacaba la llave de su cartera se percato de que la puerta de su casa ya estaba abierta y de que sólo estaba encendida la luz de una de las piezas traseras.
Encendió la luz y se quedo estática en la puerta a la vez que pudo ver en el espejo, una sombra atrás suyo y leer la frase del paquete que rezaba un mensaje que nunca pudo terminar de leer.
sábado, junio 02, 2007
Las reglas me importan un nopepi
Trolo
Te digo y te repito, recontratrolo no me controlo.
Traeme un trago que voy a beber solo, trolo.
No me quería quedar solo, pero eso me pasa por beber como trolo.
Te lo repito, no me controlo, trolo.