Los bunkers de cemento estaban vacios y a mi no me importaba un carajo mientras paseaba en transantiago con la cara llena de risa, mientras escuchaba mi programa de radio favorito donde el locutor también se reía de los buses y de alguna gente.
Nos juntamos con mis amigos a conversar y a tomar cerveza, mientras yo le contaba una cosa muy importante a una amiga, ella estaba se comunicaba a otro nivel con Gonzalo, el mesero con onda que tal vez mañana la va a invitar a un motel del centro. Por eso yo me quede callado y dos minutos despues me puse a cantar, pero deje de hacerlo y comencé a tararear la letra de esa canción colombiana que dice muchas cosas verdaderas, verdaderas para mi, por que para tí lo dudo.
Me aburrí de comunicarme, y en eso mi amigo, el que nunca habla, comenzó a golpear la mesa al ritmo del tap, golpeaba con los dedos a intervalos irregulares y hacía tambalear los jarrones de cerveza, se notaba que no quería llegar a ningun lado con eso, como yo o como tú o como todos los demas.
miércoles, mayo 30, 2007
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