martes, abril 19, 2005

Hablar por hablar

De pronto me dan ganas de hablar, pero ganas de hablar por hablar, como aquella vez que me subí al podio del Liceo y comencé a hablar por hablar frente a todo el colegio y logre hacerme escuchar por una persona que me caía mal.

Cuando hablo por hablar me siento importante, la gente me mira y parece sentir admiración hacia mi, los hombres me palmotean la espalda, las mujeres me coquetean y los niños se ríen de mis palabras.

Cuando hablo por hablar no importa lo que diga, ya que nadie escucha verdaderamente lo que digo, ese es un hecho que me favorece ya que nunca se realmente lo que estoy diciendo y a fin de cuentas no me importa mucho saberlo.

Gracias a hablar por hablar he conseguido una buena vida, una mujer amada, tres hermosos hijos, una linda casa en la punta mas alta de un cerro, una profesión exitosa; ¿que mas se podría pedir?, tengo todo lo que he deseado y eso me llena de dicha, aunque lamentablemente hay ocasiones en que me cuesta quedarme dormido y pienso que nadie nunca me ha conocido, ni me llegara a conocer.

1 comentario:

Kala dijo...

Me gustó mucho tu artículo... no sé cómo logras expresar tan claramente tantas ideas en tan poco espacio. Eso es francamente un talento especial.

Creo que el fenómeno de hablar por hablar es algo que le pasa a muchos de los periodistas (al menos los que salen en TV) chilenos (no a todos afortunadamente)... se sienten importantes por hablar sin que necesariamente tengan que saber qué decir o porqué lo dicen... eso les ha dado una buena vida (a algunos, no a todos), familias, hijos, "éxito"... pero nadie sabe nada de ellos... probablemente porque han hablado mucho sin decir nada.

Saludos