
La Stratocaster sonando como recién aceitada, con cierto toque a melancolía setentera que nunca está de mas y arrastrando consigo toda esa serie de comidas familiares, llenas de gritos, odios, amores, olor a frituras o en su defecto, salsa de tomate y pastas benditas.
Yo solo quería tener una vida como las que salían en las seriales de tv ochentera, una vida lisa y clara que fuera predecible como yo, pero me toco esta suerte de asensor a leña que funcionaba solo y a destiempo.
Como sea estaba releyendo la antigua gama de colores y reconstruyendo algunas notas desajustadas que con ciertos movimientos podían llegar a parecer una canción bien ondera y desafinada.