
La verdad se volvio absurda y yo me volví críptico (bueno, despues de ver televisión muchos años).
Mi gato comenzó a hablar y yo comence a sospechar
(a sospechar que algo no andaba bien)
Él me pedía conversar sobre su situación actual como mascota y el papel que venía a cumplir con la familia, y agradecer el cariño y la compañía.
Bueno, no todo puede ser color de rosa, así que me solicito una mesada.
Una mesada que no voy a poder permitir, por que la cosa no anda así no mas. Desde cuando demonios un gato se pone a solicitar ese tipo de peticiones.
Luego del percance con el felinus comence a sospechar que el mundo estaba hecho de pequeñas y diminutas fibras inalterables, me dio pena y me volví críptico, y nunca mas me pude volver a sentir tranquilo.
Caminé por miles ciudades que no aprecie, observe las mas absurdas conversaciones entre campesinos y citadinos amargados que solo servían para llenar minutos.
Del colegio me vinieron recuerdos distintos y rotos, entre otros, el gorro de lana azul que me quitaron y una corbata muy vistosa. De los otros estudios una pantalla, algunas proyecciones y una forma de ser que se disolvio al entrar en contacto con asados, parrillas y cigarrillos extranjeros.
De lo que nunca me he arrepentido es colocar canciones para decir lo que siento, creo que sería una opción sumamente rentable transformarme en diyei (DJ)