El pésimo interpretador de si mismo se gastaba horas en interpretar su sensación. No debería haber sido mayor problema, pero el gesto de las manos en el pelo tenía tres interpretaciones posibles; dos de las cuáles eran ridículas y una mas comprensible que las anteriores, pero no tenía tiempo para reflexiones de ese tipo, debía salir rápido y olvidarlo todo para seguir avanzando quien sabe hacía adonde.
lunes, enero 04, 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)